Paradojica despedida del amor de mi vida.

SI TE VAS...

“Despertar a oscuras, ya no tiene sentido,

Al menos lo tenia cuando era con tigo”

-Si prometes que jamás regresara el sol,

Ni tu con el,

Entonces hazme dormir para siempre,

Pero para siempre.

Porque sé que sin ti,

Los días no serán días,

Ni las noches serán noches.

Si me juras que nunca regresaras entonces,

Llévate mi alimento,

Pues sin ti hasta el apetito pierdo,

Si dices que te vas por esa puerta,

Entonces llévate el agua con tigo,

Llévate todo lo que tengo porque sin ti

No lo necesito, ni lo quiero.

O mejor aún, quédate tú aquí,

Yo soy quien se irá,

Porque al perderte,

Perderé la cordialidad,

Gritare y contestare mal,

Odiaré y seré bestial,

Porque al irte se va con tigo,

Mi serenidad, mí coherencia y mi paz.

Ya nunca mas podré ser yo

Jamás seré igual.

Recuerda que si te vas te llevas la mitad

Y más de mí.

Al irte no solo me dejas,

Sino que te llevas hasta mis ganas

De vivir.

Te llevas mil sueños,

Mil noches por venir,

Mil besos por recibir,

Miles de estrellas al dormir,

Y que no solo me dejas a mi,

Me dejas mil años sin sonreír,

Mil segundos por venir,

Una lágrima en tu foto,

Y un cartel de “no podrás seguir”.

Porque si hasta hoy no lo sabias,

Te amo más que a mi vida,

Y jamás yo a ti te dejaría,

Sin soles, sin lunas,

Así como estaré yo,

Tan a la deriva,

Por un mundo tan gris,

Como la propia pena mía.

Pero más te amo ahora que te vas,

Mas te extraño si no estas,

Mas valoro tus besos ausentes,

Y en la osadía de verte,

Mucho más anhelo tenerte.

Y por todo esto que amo de ti,

Y de mi cuando estoy con tigo,

Por todo esto,

Te dejo ir, volar.

Porque aunque te lleves mi otra mitad,

Y pártas en dos mi corazón,

Encuentro en esta desgracia el motivo,

La razón.

Que no hay en este gran mundo,

CORAZÓN SIN DOLOR.

Que esta vez no seré yo la excepción.

Que si tienes que partir,

Acepto tu decisión.

Solo di lo que tengas que decir

y culmina en tu despido,

Con lo más triste

que escucharé en este camino

De una vez, ya dilo,

Acaba esta tragedia del dolor,

Con un traumático y sereno:

ADIÓS AMOR! Adiós…

NACHO ORTELLADO

IAN

Viernes 29 enero 2010